Hace 22 años tuve mi primera toma de contacto con el colectivo de las personas con problemas de salud mental, fue en las prácticas de la carrera de Educación Social,  y desde el año 2004 trabajo en el ámbito de salud mental, manteniendo un contacto bastante directo con personas diagnosticadas de psicosis graves: esquizofrenia, trastornos bipolares, etc.  

 

El yoga Iyengar tiene beneficios para todo el mundo, y cuida especialmente las necesidades y particularidades de cada persona. Las personas con problemas de salud mental graves no se beneficiarían de una clase estándar e incluso ciertas posturas les haría más mal que bien. Aun así el yoga les puede aportar muchos beneficios en su día a día. Guruji en el trabajo con estas personas, que realizaba siempre aparte para prestarles la atención individualizada que merecían, fue observando los beneficios de las posturas con las que trabajaba y fue desarrollando los programas de práctica especiales que mejor pudieran ayudarles.

 

Es cierto que el yoga busca una conexión con el interior pero el trabajo con estas personas no busca ser un trabajo introspectivo, de mirar hacia dentro, porque muchas veces no conviene, ya que lo que hay dentro es complicado y puede desembocar en una crisis,  sino que el trabajo se hace más desde la toma de contacto con el exterior, con “mantener los pies en la tierra” (en todos los sentidos) y sobre todo en mantener a la persona activa. Por eso las continuas instrucciones verbales son muy importantes para que la mente no divague y poder mantenerles en el aquí y ahora obligándoles a poner la atención en el cuerpo y no en la mente.

Cómo es la práctica

A medida que van ganando en el control y equilibrio del cuerpo se ven los efectos en el control y equilibrio de la mente.

Al ser personas en general bastante rígidas a nivel corporal, flexibilizar y abrir el cuerpo es fundamental, a su vez este trabajar el cuerpo les va a ayudar a serenar la mente.

En estos programas de práctica no pueden faltar las posturas de pie y las posturas que abren el pecho como por ejemplo las torsiones y por supuesto Setu Bandha Sarvangasana, porque a la vez que flexibilizan, aportan confianza y son muy confortables. Con el tiempo se pueden ir incluyendo posturas invertidas, por ejemplo sarvangasana en la silla.

Los resultados de mi experiencia

Para terminar la sesión Savasana se sustituye por posturas que calmen como por ejemplo Viparita Karani, siempre con los ojos abiertos.  

En mi experiencia dando clase a personas con problemas de salud mental me encontré con sorpresas bastante agradables. Contrariamente a lo que yo esperaba los resultados eran bastante más rápidos concretamente la apertura del cuerpo y los cambios en el estado del ánimo.

Me sorprendió mucho la atención en las instrucciones y su integración, si se decía por ejemplo “rótulas arriba” eso se mantenía toda la clase.

 Otras cosas que con el paso del tiempo pude observar:

–       Había mucha puntualidad en las clases, venían siempre con ganas de empezar.

–       Se pudo ver una mejora en la higiene y una mayor cuidado en la salud, poner los pies al descubierto por ejemplo hizo que personas a las que le hacía falta fueran al podólogo.

–       La mejora en el estado del ánimo.

–       La capacidad de mantener el equilibrio les otorgaba una mayor seguridad en ellos mismos, y la mayoría hablaban de una mayor sensación de control.

Mónica Pineda