El 10 de octubre se celebró el Día de la Salud Mental, según la OMS una de cada cuatro personas ha tenido o tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida y prevé que en 2030 los problemas de salud mental serán la primera causa de discapacidad en el mundo. La depresión es uno de estos problemas que en menor o mayor grado afecta a gran cantidad de la población.
Existen estudios que demuestran que la práctica de yoga Iyengar está asociada con una mejora considerable de los síntomas depresivos en pacientes con depresión mayor. La práctica de yoga no solo es buena para prevenir trastornos de tipo psiquiátrico, sino que pueden aportar y contribuir al tratamiento de los mismos creando efectos acumulativos.
Esto se debe a que una práctica frecuente de yoga contribuye a cambiar los patrones mentales y emocionales de las personas con depresión.
¿Qué es la depresión?
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que causa un sentimiento persistente de tristeza y pérdida de interés. Afecta a cómo se siente, piensa y se comporta la persona que la sufre, y puede conducir a una variedad de problemas emocionales y físicos.
Hay diferentes tipos de depresión (depresión mayor, distimia, trastorno depresivo estacional… ) así como diferentes causas. Aunque a veces puede ocurrir asociada a enfermedades orgánicas, generalmente la depresión se produce por la interacción de unos determinados factores biológicos (cambios hormonales, alteraciones en los neurotransmisores cerebrales como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina, componentes genéticos, etc.), con factores psicosociales (circunstancias estresantes en la vida afectiva, laboral o de relación) y de personalidad (especialmente, sus mecanismos de defensa psicológicos).
Qué dicen las posturas
El abordaje del yoga como complemento del tratamiento de la depresión siempre deberá hacerse teniendo en cuenta el tipo de depresión que presenta la persona y sus características, como por ejemplo: la edad o el tipo de personalidad, puesto que en función de esto convendrá poner el foco en determinadas posturas y será mejor evitar otras.
La depresión se suele expresar físicamente de la siguiente manera: hombros caídos, y el pecho y el esternón hundidos.
Por este motivo para las personas con depresión son esenciales las posturas de apertura del pecho y que movilizan las dorsales, contrarrestando el colapso en el pecho y en la respiración y abran el centro emocional, el corazón.
Es muy importante también que el diafragma esté libre y se expanda, de esta manera se podrá hacer frente tanto las cargas físicas como las emocionales pero si el diafragma se endurece el miedo reemplaza la confianza. En este sentido beneficiarán posturas como Viparita Dandasana y Setu Bandha Sarvangasana.
Las ásanas invertidas (mantenidas durante largo tiempo) son muy importantes en estos casos, dan la dirección contraria a la tensión nerviosa y vascular. La práctica de Sirsasana y sus variantes; Sarvangasana y sus variantes se consideran fundamentales.
Los equilibrios como Adho Mukha Vrksasana, Pinca Mayurasana también deberían ser posturas esenciales a añadir en la práctica, especialmente si la persona es joven, se obtendrán mejores efectos si los equilibrios se realizan de manera dinámica y repetidas veces.
Tanto las invertidas como los equilibrios aportan valor y confianza a la persona, también la sensación de poder mantener el equilibrio en estas posturas es muy importante en casos de depresión.
Otro grupo interesante son las torsiones, como por ejemplo Bharadvajasana en silla. Las torsiones son posturas que dan movilidad a la columna abriendo el espacio de las dorsales y clavículas, con lo que permiten que los pulmones reciban aire y las energías circulen mejor.
Los estiramientos hacia delante no son posturas muy recomendables y convendría evitarlas. Si tienen que hacerse porque la persona necesita hacerlas por otras cuestiones, se harán siempre en la fase cóncava sin bajar el tronco.
Conviene también evitar que la persona cierre los ojos en las posturas. Hasta que la persona mejore es mejor evitar una inmersión profunda hacia adentro por esta razón Halasana y Savasana no deberían realizarse (para finalizar la sesión de práctica Savasana se puede sustituir por Sarvangasana), también estará contraindicado realizar los ejercicios de espiración en pranayama.
